Los éxitos y logros en la vida no dan seguridad interior; al contrario, la debilitan y engendran ansiedad. Cuanto más éxito tengo, mas necesidades siento de seguir teniendo éxito para responder a la expectación que los anteriores éxitos han despertado; así es como la ansiedad se fragua, se endurece y llega a hacerse insoportable. El éxito en el trabajo sin base efectiva que lo equilibre es peligro inminente de depresión para el trabajador incansable. ¡Cuánto sufrió Beethoven, porque apreciaban su música, pero no su persona! El éxito me dice que mi trabajo es valioso, mientras que el amor me dice que yo soy valioso, y eso es lo que me da satisfacciones y sosiego. Quiero que me quieran por mí mismo, no por mi música, ni por mis libros, ni por mis obras, ni por mis organizaciones. Quiero recibir cariño, sentir afecto, merecer amor. El verdadero amor es sin condiciones; y cuando me veo amado así por un amigo verdadero, siento la seguridad, la garantía, la satisfacción de ser amado por mí mismo, y entonces no dependo ya de mis éxitos, ni de mi trabajo para ser feliz. De ahí venia el consejo: ama de todo corazón, recibe en respuesta el amor de los demás y………..”Déjate querer”. Esa experiencia traerá alegría, equilibrio y paz a tu vida.
En realidad nunca amamos a la persona, sino a la imagen de la persona que nosotros mismos nos hemos formado en la mente.
Krishnamurti “amar es percibir con claridad y responder con exactitud”
MAESTRO Anthony De Mello (Carlos G. Valles SJ) LIBRO: LIGERO DE EQUIPAJE
Se parte de nosotros, REGISTRATE como miembro activo
No hay comentarios:
Publicar un comentario